La mujer reveló detalles de lo que sucedió en la red social Reddit con la intención de conseguir algunos consejos sobre si manejó bien la situación.
La mujer reveló detalles de lo que sucedió en la red social Reddit con la intención de conseguir algunos consejos sobre si manejó bien la situación.
Una joven inglesa de 25 años recurrió a las redes sociales para hablar sobre el perturbador momento que protagonizó un día que se encontraba entrenando en un gimnasio.
La mujer reveló detalles de lo que sucedió en la red Reddit con la intención de conseguir algunos consejos sobre si manejó la situación de la manera correcta.
Mientras realizaba actividad física en un gimnasio, la mujer sufrió una situación incómoda por no usar corpiño o sostén, dado que durante la cuarentena decidió prescindir de esa ropa interior.
Sin ropa interior
Ella comenzó contando que luego de pasar varios meses en cuarentena tras la pandemia por el coronavirus, perdió la costumbre de usar sostén, situación que la llevó a tomar la decisión de no utilizar más ropa interior, ya que en sus propias palabras es “incomodo y costoso”.
“Odio usar sostenes. Son incómodos, estrechos y costosos. Con el trabajo en casa, pasé el último año y medio sin sostén y me acostumbré. Francamente, mis senos son inexistentes de todos modos», escribió la internauta.
Sin embargo, la joven jamás imaginó que su manera de vestir podría causarle problemas con otras personas.
Durante un año y medio, difunde Mirror, dado el contexto de restricciones por el coronavirus, se acostumbró a no necesitarlos. Pero recientemente encontró un problema con esto en su gimnasio local.
De esta manera, la chica arrancó en la red Reddit su experiencia con un hombre y le pidió a los usuarios algunos consejos sobre si manejó la situación de la manera correcta.
Mal momento en el gimnasio
«Recientemente volvió a ir al gimnasio y comencé a hacer ejercicio sin sostén. Debo señalar que hasta ahora, nadie había marcado nada malo sobre ello», relata.
Y se mete de lleno en la anécdota: «Sin embargo, en medio de una serie de sentadillas, un chico se me acerca, me da un golpecito en el hombro para llamar mi atención y me dice que mis pezones están asomando a través de mi remera»
La cara de la joven se transforma y su enojo crece. Y en ese momento vuelve a acercarse el muchacho. «Viene y agarra la barra, mientras la subo y la vuelvo a colocar. Dice que parecía que estaba teniendo problemas con la última repetición, y que quería asegurarse de que pudiera hacerlo. Y luego nota mis pezones «, amplía.
Algo desorientada, le explica al extraño que no necesitaba su ayuda y le pregunta por qué había estado mirando su pecho en primer lugar. «Aseguró que me iba a ver, pero luego notó mi pecho y pensó que era inapropiado», continuó.
Tras un ida y vuelta sobre su presencia, el hombre le argumentó que la gente en los gimnasios se cuidan unos a otros, y que en el futuro, probablemente debería usar un sostén para que otras personas no se sientan incómodas. Incluso, para ayudarla a mantenerse más equilibrada a la hora de las sentadillas.
Ayuda y polémica
La joven afirma que en ese momento la única chica en el sector de pesas del gimnasio. Y a la vez marca que nadie se apresuró a ’rescatar’ a ninguno de los varones que estaba en cuclillas y con dificultades para realizar la serie de ejercicios.
Su molestia ante el atleta con el que jamás había hablado no se enfrió. Peor aún, mientras pasaban los minutos, reconoce, los pensamientos en su cabeza se multiplicaban.
Entonces reaccionó y le dijo: «Tu eres hombre tienes pechos y pezones más grandes que yo. Tal vez tu sí deberías usar un sostén para que la gente no se sienta incómoda y no falles en tus sentadillas».
Luego el hombre se puso a la defensiva. «Insistía con que solo estaba tratando de ayudarme, pero finalmente me llamó perra», recuerda todavía con algo de enojo.
Repercusiones en las redes
Como era de esperar, el incidente reflejado luego en las redes sociales pronto contó con la opinión de los usuarios, con menajes de apoyo.
Una persona escribió: «Debería informar al gimnasio. Él no tenía ningún derecho a comentar sobre su cuerpo, y tampoco a tratar de hacer valer su ’ayuda’ sobre usted si no puede controlarse a sí mismo de mirar fijamente a otra persona ’’
Otro comentario señaló: «No es nuestro trabajo controlar los pensamientos y acciones de los hombres. Ellos necesitan hacerlo sin importar lo que usemos, lo que estemos haciendo, dónde estemos (y viceversa para nosotros)».
Un hombre se sumó contando que una vez también interrumpió a una mujer en el gimnasio. «Estaba bloqueando sus rodillas en una prensa de piernas y parecía que estaba luchando mucho en cada repetición», explicó.
Y remató: «Fuera del aspecto de la seguridad, no veo razón alguna para interrumpir el ejercicio de alguien. Hay que respetar si alguien está allí solo para hacer ejercicio y no para socializar». /Clarín