¿El fin de una era? Mientras que otras grandes salas de espectáculos tienen programación casi hasta fin de año, en este caso no figura nada más allá del primer semestre.
El mítico estadio Luna Park, templo del boxeo y de históricos recitales de toda clase de música, solo tiene programación agendada hasta junio y a finales de este año podría cerrar sus puertas. Por ahora es un secreto a voces que no se confirma dentro del estadio. Sin embargo, Bebe Contepomi dejó trascender esta información en Mega FM 98.3 -la radio en la que se desempeña como conductor y director musical-. Eso provocó un poco de revuelo.
Si bien fue solo un comentario que el periodista hizo al pasar, por el momento no hay en la cartelera del Luna Park actividades programadas más allá del 27 de junio. Ese día está programado un recital de Fabiana Cantilo. Mientras que otras grandes salas de espectáculos tienen programación casi hasta fin de año, en este caso no figura nada más allá del primer semestre.
Algunas productoras que realizan espectáculos allí aseguran que el cierre sería por un tiempo prolongado, ya que recién el proyecto estaría en su primera etapa: “el llamado a licitación para realizar importantes reformas”, aseguraron. De hecho, en algunas de estas oficinas que producen shows musicales admitieron que la administración del estadio hizo una convocatoria para concesionar el Luna Park y además, que ya recibió propuestas para su remodelación. Estarían evaluando los proyectos. Esto recién se pondría en marcha en enero de 2025.
Mientras tanto, en los próximos dos meses seguiría ofreciendo una programación muy variada, como es la que se suele ver en la marquesina de su histórico edificio de Corrientes 99. Desde grupos tributo y bandas de pop o rock a artistas populares como Abel Pintos; de grandes grupos internacionales nacidos hace décadas, como Kool & The Gang y Village People, a un patriarca del rock argentino como Skay. Y de festivales de música tropical a bandas nacidas en el rock indie norteamericano, como Interpol.
Abel Pintos agendó cuatro funciones desde finales de este mes hasta principios de mayo. Entre las actuaciones más recientes se puede recordar la de Palito Ortega, junto a importantes invitados.
El Luna Park fue fundado por Ismael Pace y José Lectoure a principios de la década del treinta. Perteneció a la familia Lectoure hasta 2013. Juan Carlos “Tito” Lectoure fue promotor de boxeo y su principal impulsor. Tras su muerte y la de su última propietaria, Ernestina Devecchi de Lectoure, la propiedad pasó a manos de Cáritas Argentina y la Sociedad Salesiana San Juan Bosco.
En sus paredes resonaron las voces de Frank Sinatra, Liza Minnelli y Luciano Pavarotti. También se convirtió en capilla ardiente para las exequias de Carlos Gardel y en salón de eventos exclusivo para el casamiento de Diego Maradona. Incluso, durante la pandemia fue escenario de shows a puertas cerradas, vía streaming, y se convirtió de manera eventual en un vacunatorio del Gobierno de la Ciudad, donde se aplicaban dosis de vacunas contra el Covid-19.
La historia comenzó al aire libre, con los carnavales de febrero de 1932. Y la inauguración oficial se hizo el 5 de marzo de ese año. En aquel entonces, el Luna daba directamente al cielo. Dos años más tarde colocaron el techo y pusieron las gradas. En 2007 fue Declarado Monumento histórico nacional y, de algún modo, una parte de la historia argentina puede ser contada desde sus cuatro paredes.
El 5 de septiembre de 1975, el Luna y 25.000 personas fueron testigos del Adiós Sui Generis (se hicieron dos funciones el mismo día). Por iniciativa del productor Jorge Álvarez, Charly García y Nito Mestre se despidieron en cuotas: el álbum doble Adiós Sui Géneris, una película documental y dos shows en aquel espacio. Se trató del primer recital masivo de rock en el Luna, a tal punto que en la tapa de un diario de aquel entonces se leía: “Metieron más gente que Monzón”. La casa del boxeo empezaba a rockear.